El Sexo tiene dos
componentes, a veces separados y a veces muy unidos. Uno es fisiológico: la
formación de un nuevo ser. El otro, emocional, la expresión de la pasión y del
afecto entre dos personas. Pocas culturas han tratado de engendrar hijos sin
que existieran relaciones afectivas entre los miembros de la pareja; y muchas
han buscado hacer el amor sin que engendrar niños fuera consecuencia necesaria.
Aparato Reproductor Femenino:
“Los sistemas reproductores”
Sólo es posible la
reproducción si una célula germinal femenina (el óvulo) es fecundada por una
célula germinal masculina (el espermatozoide). El sistema reproductor de la mujer
está organizado para la reproducción de estos óvulos por los ovarios, y para
acomodar y nutrir en el útero al feto en crecimiento durante nueve meses, hasta
el parto. El sistema reproductor masculino está organizado para producir
esperma y transportarlo a la vagina, desde donde podrá dirigirse hacia el óvulo
y entrar en contacto con él.
El conjunto de los
genitales femeninos externos constituye la vulva. En la parte frontal se
encuentra el monte de Venus, una prominencia de tejido graso recubierta de
vello, situada sobre la sínfisis del pubis. Por debajo te extienden dos
repliegues de piel, los labios mayores, los cuales rodean a otros dos pliegues
de menor tamaño, los labios menores. Por debajo de ellos, y situado
anteriormente, se encuentra el clítoris, un pequeño órgano eréctil que
constituye una importante fuente de excitación y que corresponde al pene
masculino.
La abertura vaginal
se encuentra entre los labios y está cerrada en las mujeres vírgenes por el
himen, una fina membrana que normalmente se desgarra en el momento de realizar
el primer coito. Si bien puede romperse así mismo precozmente por la práctica
de algún ejercicio violento o a consecuencia de alguna contusión.
La vagina es un
tubo muscular de unos 10 cm de longitud, que rodea al pene durante el coito en
ella se deposita el semen tras la eyaculación. El esperma asciende por la
vagina y pasa por un estrecho cuello o cérvix que señala el comienzo del útero,
un órgano en forma de pera de unos 8 cm de longitud. Las dos trompas de
Falopio, de unos 10 cm de longitud, conectan el útero con los ovarios. Estos
tienen forma de nuez, y están situados en el interior del abdomen. Cada 28 días
los ovarios liberan un óvulo maduro, el cual entra en la trompa de Falopio. Los
ovarios son también responsables de la producción de las hormonas sexuales
femeninas (progesterona y estrógenos.
La mayor parte del
sistema reproductor masculino se encuentra en el exterior del cuerpo. Las
partes visibles son el pene y los testículos. Suspendidos en el saco escrotal.
En estado normal el pene es flexible y flácido, peto se pone eréctil cuando el
hombre es excitado sexualmente. La erección se produce al llenarse de sangre
unos tejidos- esponjosos, llamados cuerpos cavernosos. Los dos testículos
producen espermatozoides
continuamente en el interior de sus numerosos túbulos enrollados; estos espermatozoides se
almacenan en un tubo muy largo, el epidídimo, el cual se enrolla sobre la
superficie de cada testículo. El semen eyaculado no sólo contiene
espermatozoides: en su mayor parte está compuesto por un fluido que produce en
las vesículas seminales, la glándula prostática y las glándulas de Cowper.
Los testículos
están situados en el exterior del cuerpo. Están formados por un gran número de
tubos seminíferos, muy contorneados, en los cuales se producen los
espermatozoides. Éstos maduran y se almacenan en el epidídimo hasta el momento
del coito, en el que se expulsan por el conducto deferente. Los espermatozoides se forman
a partir de células que tapizan las paredes de los tubos seminíferos, mediante
sucesivas divisiones y transformaciones. El espermatozoide maduro
consta de una cabeza que contiene el núcleo, una cola móvil y un segmento intermedio
que proporciona la energía necesaria para el movimiento.
La vagina recibe
durante el coito cientos de millones de espermatozoides. Para
llegar al óvulo deberán realizar un largo viaje de 12 a 24 horas de duración.
Los espermatozoides
ascienden nadando por la vagina hasta alcanzar el útero. Allí son ayudados en
su ascensión por la contracción de las paredes. Al llegar a la trompa de
Falopio, la progresión de los espermatozoides es facilitada por los movimientos
de unos cilios microscópicos que recubren las paredes del órgano. Solamente
unos cientos de espermatozoides
suelen llegar el tercio superior de las trompas. Allí les espera el óvulo
expulsado por el ovario. El óvulo será fecundado por un solo espermatozoide.
En el hombre, la
excitación sexual se caracteriza por la erección del pene. Durante la
eyaculación, los músculos lisos que rodean la próstata, las vesículas seminales
y el conducto deferente se contraen; de esta forma el semen es lanzado con
tuerza al exterior del pene por cada contracción.
Los órganos
genitales femeninos sufren varias modificaciones al pasar de su estado normal
al de excitación y orgasmo. Entre ellas destacan la turgencia de los labios
mayores, la erección del clítoris, la secreción vaginal y la contracción de las
paredes vaginales y del útero en el orgasmo. De los centenares
de millones de espermatozoides
expulsados en una eyaculación una cuarta parte son anormales. Los espermatozoides comienzan
a nadar cuando el mucus del semen es disuelto por las enzimas vaginales.
Aproximadamente un millón de espermatozoides alcanzan el útuero.
Aproximadamente un millar de espermatozoides alcanzan la trompa de Falopio.
Aproximadamente un centenar de espermatozoides llegan
hasta el útero, pero sólo uno llegará a fecundarlo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario